De acuerdo con Business Insider, la protuberancia frontal de los Boeing 747 fue una solución novedosa para una cuestión muy relevante en la década de los 60, cuando se desarrolló la aeronave.
Al diseñar el modelo 747, la compañía Boeing tuvo en cuenta las posibilidades futuras y proyectó un avión que pudiese ser usado tanto para el traslado de pasajeros, como para el transporte de carga. Ahí es donde entra en juego la icónica joroba.
Los ingenieros de Boeing decidieron convertir la parte frontal del avión en una puerta gigante para facilitar el cargamento de la aeronave. Así, el 747 seguiría siendo útil aunque los vuelos comerciales de pasajeros pasasen a ser realizados por máquinas supersónicas.
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