"Los comicios del 18 de marzo tendrán un nivel tecnológico sin precedentes en la historia electoral de Rusia", dijo a Sputnik el vicepresidente de la Comisión Electoral Central (CEC), Nikolái Buláev.
Para enmendarlas, añadió, hacía falta reescribir el documento entero, lo que generaba sospechas de observadores, por buenas que fuesen las intenciones.
"Ahora será el ordenador el que redactará el documento y verificará en la etapa inicial todas las correlaciones lógicas y matemáticas, gracias a lo cual tendremos actas sin errores, con la utilización del código QR además", señaló Buláev.
Esa tecnología, dijo, permitirá realizar el conteo muy rápido.
Las elecciones locales del pasado 10 de septiembre demostraron que "el uso de las actas con el código QR permite escrutar prácticamente el cien por ciento hacia las dos de la madrugada", es decir, seis horas después del cierre de los colegios electorales.
Asimismo, explicó que de tres a diez millones de electores podrán utilizar un nuevo mecanismo para votar fuera de su lugar de empadronamiento en las elecciones presidenciales rusas.
Recordó que ese mecanismo —comprobado en 20 regiones rusas en las elecciones locales del pasado 10 de septiembre— permitirá a los electores elegir cualquier colegio electoral que se encuentre cerca de su lugar de residencia y votar independientemente de si está registrado allí o no.
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"Según las estimaciones de la CEC, de 3 a 10 millones de electores" podrán utilizar ese mecanismo para expresar su preferencia, dijo Buláev.
El Consejo de la Federación, o cámara alta del Parlamento ruso, anunció que las siguientes elecciones presidenciales tendrán lugar el 18 de marzo de 2018. La campaña electoral comenzará después de publicada la resolución correspondiente, según las expectativas el próximo lunes.