El corresponsal de Sputnik se encuentra entre los afectados por el uso del gas lacrimógeno en Belén, al ser víctima de una granada con gas que fue lanzada contra el edificio donde se encontraba.
Según el periodista, el gas le produjo escozor en los ojos y problemas respiratorios, así que poco después se vio obligado a llamar a un médico.
Por suerte, el corresponsal se encuentra mejor, mientras sobre la salud de los demás manifestantes, que recibieron su dosis de gases lacrimógenos, nadie sabe nada.
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En el hotel para peregrinos de la Misión Rusa en Belén se encuentran alojados muchos turistas rusos, quienes, a pesar de las protestas y los disturbios, decidieron no cancelar su viaje a la Tierra Santa.
En los últimos días los territorios palestinos con escenario de multitudinarias protestas, que provocaron la muerte de varias personas (de dos a cuatro, según diversas fuentes) y decenas de heridos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la decisión de reconocer Jerusalén como capital de Israel y reubicar allí su embajada.
Israel saludó la decisión de EEUU, que fue condenada por la mayoría de los países musulmanes y generó críticas de otros Estados e instituciones internacionales.
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Las instituciones internacionales consideran que a partir de ahora cualquier perspectiva de paz en Oriente Medio resultará menos viable.
La mayoría de los manifestantes en Belén son adolescentes que intentan cerrar algunas calles, queman hogueras y tiran piedras hacia la frontera con Israel.