Se trata de la Herbig-Haro 666, una joven estrella descubierta en 2004 con muy mala reputación no solo por poseer en su denominación 'el número del diablo' (o 'la marca de la bestia'), sino también por que constantemente lanza al espacio dos potentes chorros de materia capaces de aniquilar todo a su alrededor. Por eso, la Herbig-Haro 666 ha recibido entre los astrónomos el sobrenombre de 'el eje del mal' de la nebulosa de Carina.
El perfil en capas del pilar está formado por los vientos y la radiación de esta estrella, una de las más masivas y calientes de la nebulosa. Una vista en la luz infrarroja que penetra las capas de polvo muestra mejor los dos estrechos y altamente enérgicos chorros.
Esta estructura se encuentra dentro de una de las regiones de formación de estrellas más grandes de nuestra galaxia, la Nebulosa Carina, que brilla en los cielos del sur a una distancia de unos 7.500 años luz.
