Además, el político republicano destacó que el reconocimiento se corresponde con los intereses de EEUU y persigue la consecución de la paz entre israelíes y palestinos.
El Congreso de EEUU adoptó una ley sobre el traslado de su Embajada en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén en 1995, sin embargo, debido a que esta es una ciudad disputada entre palestinos e israelíes y a que se trata de un tema sensible para las relaciones con las naciones árabes, todos los presidentes de EEUU firman desde entonces cada seis meses un documento que pospone la entrada en vigor de esta decisión.
Israel considera que Jerusalén, incluidos los barrios orientales que reclaman los palestinos, es su capital "única e indivisible".