A pesar de su tamaño, el coche cuenta con casi todas las comodidades de una casa: agua potable, energía solar, un pequeño horno y hasta un acuario con peces.
Según Javier, su intención es "poder ser sensibles con el dolor de las personas". Por lo tanto, la familia llegó a Argentina para brindar su apoyo ante la tragedia del submarino ARA San Juan.
"Cuando nos enteramos de lo que está pasando con el ARA San Juan, nos regresamos a Buenos Aires con el único deseo de poder orar y hacer vigilias por cada uno de los soldados que hoy se encuentran en el submarino perdido", comentó.