"Estamos mal por la manera en que nos lo dijeron, porque no habíamos sido informados, nos enteramos a través de los medios", indicó a Sputnik el padre del teniente del navío Fernando Vicente Villarreal, jefe de operaciones de la nave.
Algunos familiares aguardaban noticias en Mar del Plata, ciudad costera a 400 kilómetros de la capital argentina, donde se encuentra la Base Naval de la fuerza naval, apostadero habitual del buque.
"No sé cómo se habrán enterado los familiares que estaban en la base, pero nosotros no podíamos estar todo el día allí, porque estamos con mi nuera y mi nieta", explicó Villarreal.
Sin más razones para seguir en Mar del Plata, los padres del submarinista habían decidido regresar a su ciudad natal.
"Mi nuera, en cambio, viajó a Buenos Aires para juntar fuerzas con esperanzas de que encuentren el submarino", contó.
Más allá de que tienen que "afrontar la realidad", Villareal sostuvo que lo único que deseaba ahora era "estar" con su "hija y otros nietos".
"Esta situación se sigue prolongando y yo me quiero llevar lo mejor de mi hijo, que para nosotros está navegando", indicó.
"Como hasta ahora no hay indicios de nada, no se puede hacer nada, pero vamos a ver después qué acciones legales tomamos", advirtió Villarreal.
Lo único que "nosotros pretendemos es la búsqueda de submarino", finalizó.
María Itatí Leguizamón, esposa del cabo primero Germán Oscar Suárez, también señaló a Sputnik que se enteró por televisión de la decisión de la Armada de suspender el operativo Estado de Búsqueda y Rescate (SAR por sus siglas en inglés) vigente desde el 17 de noviembre para dar con el paradero del buque.
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En su comunicado, el portavoz de la fuerza naval, Enrique Balbi, comunicó que "si alguien puntual en una lista (de familiares) no fue debidamente informado previamente y se enteró por televisión, la Armada va a pedir disculpas".
Tres horas después se registró una explosión a 30 millas de la zona en la que el buque marcó su última localización.
Desde entonces han intervenido 18 países, 28 buques, 9 aviones y más de 4.000 personas para dar con el paradero del navío.
Tras terminar la fase anterior, la Armada anunció el comienzo de una nueva etapa que consiste en encontrar únicamente la nave.