"Estamos hablando de los países bálticos, de Polonia, de Rumanía, de Bulgaria y de la República Checa. Es en esos países donde se están estableciendo tropas regulares, se instalan sistemas antimisiles y centros de guerra informativa y de guerra electrónica y se observa intensificación de la tensión militar", explica Rozhin.
Entre los planes de Rusia, explica, no figura representar una amenaza para Europa. "La misma amenaza que ellos usan como pretexto para justificar la actividad militar de Estados Unidos y de la OTAN".
"Todo ello sirve a la estrategia norteamericana de contener a Rusia, que se ve, de una forma u otra, obligada a reaccionar ante eso", explica Rozhin a Sputnik.
Las Fuerzas Armadas de Rusia desplegadas a lo largo del flanco occidental son más numerosas desde principios de 2017, señala el jefe de las operaciones del Estado Mayor de Rusia, Andréi Kartapolov, y subraya también que continuarán modernizando sus unidades de combate. Desde enero son 1.000 los vehículos y demás maquinaria bélica que custodian las fronteras más occidentales de Rusia.
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El presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que el porcentaje de las unidades de las Fuerzas Armadas que se han modernizado en algunos puntos alcanza casi el 60%. Ahora, el Gobierno se encuentra trazando el camino que deberá seguir la evolución de su ejército hasta 2027.