Henderson agregó que el P-8 se vio obligado a volar a través de la estela dejada por el Su-30. El caza ruso, según Henderson, se encontraba a una distancia de menos de 50 pies (15 metros), informa The Hill.
Los expertos rusos, en cambio, se toman estas palabras con cautela.
"Las declaraciones de los estadounidenses de que el Su-30 cruzó deliberadamente el rumbo del Poseidon para que el avión estadounidense entrara en su corriente en chorro no parecen convincentes", dijo al periódico Vzglyad una fuente de alto rango de las Fuerzas Aeroespaciales rusas.
"Generalmente, este movimiento se practica durante la interceptación. En particular, en el pasado, uno de mis compañeros estuvo a punto de precipitarse por una de estas maniobras efectuadas por un caza noruego", cuenta.
El militar citado por Vzglyad añadió que existen acuerdos internacionales que establecen las distancias mínimas entre los aviones militares en aguas neutrales.
"Se trata de una distancia no inferior a 500 metros. Otra cosa es que los estadounidenses nunca se hayan ceñido a estas reglas, en particular, muchas veces han mostrado imágenes tomadas desde los laterales de sus aviones que muestran que nuestros aviones están a unos pocos metros", añade el piloto militar.
Según su opinión, el viraje de 15 grados podría haber sido fruto de otras razones. "El Poseidon tiene una gran cantidad de equipos diferentes a bordo, los operadores están sentados y están controlando todas las diferentes frecuencias, tratando de captar cualquier señal. Para un avión tan pesado, este es un viraje normal. Los aviones de pasajeros, cuando giran, viran 30 grados, a veces incluso más", detalló Gorbenko.