"Algunos escalaron una de esas instalaciones, conectada al Reactor 4, mientras que otros dejaron las huellas de sus manos en el edificio para demostrar su accesibilidad", dice la nota de prensa publicada en el sitio web de Greenpeace Francia.
La operadora de la central de Cruas, EDF, se siente con las manos libres y dice que la seguridad está garantizada, lamentó el activista Yannick Rousselet. "Es terriblemente preocupante, sobre todo porque EDF se mantiene a la espera", añadió.
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La central nuclear de Cruas, operativa desde 1983, tiene cuatro reactores de agua a presión, de 900 megavatios.
La Agencia de Seguridad Nuclear (ASN) de Francia confirmó la intrusión que obligó a EDF implementar un protocolo de protección y al ente, activar su centro de emergencia en Montrouge.
Según el comunicado oficial, "la intrusión en esta etapa no tiene ningún efecto sobre la seguridad de las instalaciones".