Los autores del artículo señalan que desde que se inició la crisis financiera, los mercados han estado enviando señales de alarma sobre el déficit de dólares. Los márgenes de los contratos de derivados, también denominados cross-currency swaps, que son utilizados por los inversores y las empresas para obtener dólares, han aumentado bruscamente. Si los dólares se prestaran libremente, el margen de beneficio sería cero, dicen los economistas.
Colapso del imperio 2.0: la desdolarización afecta a EEUU https://t.co/CLOXpqXd3b
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 7 октября 2017 г.
La lucha por los dólares puede afectar a los bancos no estadounidenses, ya que la escasez de esta moneda encarece los préstamos. En diciembre de 2016, esto llevó al prestamista francés Société Générale a su peor jornada bursátil del año, el único día en el que se superaron las estimaciones estadísticas de las pérdidas probables del banco.
Según el medio, ahora, Société Générale está trabajando para poner en marcha sus propias contramedidas y diversificar las fuentes de financiación en dólares en el mercado, así como buscar inversores alternativos.
"Lo estamos tratando con mucho cuidado", señaló Stephane Landon, jefe de Tesorería de Société Générale. "Es cierto que tenemos acceso limitado a los fondos en dólares minoristas. Así que hemos ampliado el acceso a productos mayoristas en general", añadió.
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Desde octubre, la Reserva Federal ha estado reduciendo en 10.000 millones su balance general de 4,5 billones de dólares, que ha acumulado durante el programa de compra de bonos a raíz de la crisis financiera. Mientras tanto, la Tesorería de EEUU está reduciendo el efectivo en el Banco Central.
Los analistas esperan que la reforma tributaria en Estados Unidos incentive a las compañías estadounidenses para repatriar una parte de su dinero en efectivo, que actualmente se encuentra en el extranjero.
Todo esto implica que los dólares van a salir de otros países rumbo a EEUU. Los investigadores del Banco de Pagos Internacionales, con sede en Suiza, han descubierto que, a medida que se limite el volumen de dólares, se complicarán las posibilidades de obtener créditos en todo el mundo.
Sin embargo, el euro se volvió políticamente impopular durante la crisis de la deuda europea, afirman los autores. El yuan, a su vez, no es aceptado por los inversores globales a causa de la ausencia de controles de capital chino. Mientras tanto, las reservas oficiales, mantenidas en dólares, han detenido recientemente su caída multianual y en el segundo trimestre de 2017 la deuda en dólares de los países extranjeros se elevó a un máximo histórico de 8,6 billones de dólares, según el Banco de Pagos Internacionales.
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La posición dominante de una sola divisa desafía a los modelos económicos donde los inversores no deberían tener una mejor o peor posición en función de la divisa en la que operen.
No obstante, la realidad tiende a demostrar lo contrario, subrayan los periodistas.
Sigue funcionando una especie de pirámide: miles de millones de dólares se prestan a inversores de los países más pobres por medio de una estrategia popular de carry-trade.
En los mercados de derivados, la gente que puede vender dólares ahora y comprarlos sin prisas gana dinero, mientras que los que necesitan dólares con urgencia, pierden un promedio del 0,9% trimestralmente, concluye la investigadora Jessica James del Commerzbank.