En su telegrama de pésame dirigida al presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, Putin calificó de "atroz y cínico" el atentado que provocó al menos 200 muertos y 130 heridos, según los últimos datos.
"Es una muestra más de que a los terroristas les son ajenos los conceptos de la moral humana", expresó Putin.
Putin expresó palabras de compasión a las familias de los muertos y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El 24 de noviembre, los terroristas irrumpieron en el recinto religioso situado en la localidad de Al Rauda, al oeste de la ciudad de Arish, detonaron una bomba casera y dispararon a los fieles que trataban de escapar de la explosión.
Varios testigos afirman que los radicales tirotearon también a las ambulancias que habían llegado al lugar para trasladar a los heridos.
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Las fuerzas de seguridad están llevando a cabo una operación para capturar a los atacantes.
El Gobierno egipcio decretó tres días de luto por los muertos en el atentado.
