Mildred Galvis llegó hace tres años a Uruguay persiguiendo un amor. Nunca imaginó que la receta heredada de su madre y que memorizó desde niña le salvaría la vida en una de las ciudades más caras de América Latina.
Cuando llegué a Uruguay la necesidad me hizo pensar en cómo salir adelante y lo que más extrañaba, después de mi hijo y mi familia eran las arepas. Fue por eso que empecé a hacer arepas los domingos en la Feria de Tristán Narvaja y los sábados también en la calle Salto", dos ferias tradicionales de Montevideo.Tanto en Colombia como en Venezuela se conoce como "arepa" esta masa redonda hecha con maíz, un alimento indispensable en esos países.
Al tiempo de establecerse en el negocio Galvis trajo a su hijo de ocho años y hace seis meses a su hermana Lissette, quien se ha convertido en su mano derecha. Ambas trabajan para satisfacer la demanda, sobre todo al mediodía cuando la feria cobra su máximo esplendor.
En Colombia la fórmula también varía, cuenta Galvis, "sobre todo los rellenos pues casi siempre preparamos la masa de la arepa, frita o a la plancha, y luego la comemos con huevo frito o con "huevos pericos", revueltos con tomate y cebolla. Lo típico es acompañarlo con café o con chocolate por las mañanas".
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Sin embargo, si se reúnen colombianos y venezolanos, siempre surge la polémica sobre el origen de la arepa.
"La gente me pregunta si las arepas no son de Venezuela y para mí son de toda la región. La arepa es de todos, punto. Dónde nació, el lugar no es lo importante sino que todos la queremos. A falta de cosas nuestras en el país al que llegamos, tener la arepa ya es mucho" afirmó.
Mientras conversa Galvis atiende sus clientes, el clima nublado no impide que lleguen los más asiduos. "Siempre la primera es Blanquita, una niña uruguaya de tres años de edad que viene cada sábado con su padre por la arepa con huevos revueltos, los niños no mienten", asegura.
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En la fila los clientes confirman que en los últimos años se nota el aumento de la migración caribeña, "por el acento, pero son muy trabajadores" afirmó una señora. "Yo vengo a comprar para mí, mi madre y los nietos todos los sábados y no le permito que falte" dijo entre risas.Los cronistas y los datos arqueológicos revelan que la arepa existió desde antes de la llegada de los conquistadores españoles a América. El maíz, además, aparece catalogado como uno de los alimentos base de la dieta indígena a lo largo y ancho del continente.
Según cifras del consulado de Colombia en Buenos Aires, unos 23.000 colombianos están inscritos en la Embajada, sin embargo se estima que la cifra real alcanza los 50.000. En Uruguay, el grupo de Facebook de residentes colombianos en Montevideo cuenta con 790 miembros y en el último mes se sumaron otros 36.
