En la votación sobre Picciani y otros dos diputados, todos pertenecientes al oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño, triunfó la opción de dejarlos en libertad con 39 votos a 19, y además determinaron que vuelvan al ejercicio de sus funciones, por lo que en breve dejarán la comisaría en que están detenidos de forma provisional.
Más temprano, cientos de manifestantes, en su mayoría funcionarios del Estado de Río, se concentraron a las puertas de la Alerj para pedir que Picciani siga preso.
La movilización se inició de forma pacífica pero terminó con fuerte represión por parte de los agentes de la Policía Militar.
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Según la prensa local, parte de los manifestantes intentaron entrar en el edificio de la Asamblea para seguir en vivo la votación y los agentes respondieron con gases lacrimógenos y bombas "de efecto moral" (bombas de humo).
Sus principales líderes están acusados de corrupción, y el exgobernador del estado, Sérgio Cabral, cumplió un año en prisión por varios delitos investigados en la Operación Lava Jato.
