"El resultado de la votación es el siguiente: 11 votos a favor, dos votos en contra, dos abstenciones; el proyecto no ha sido aprobado debido al voto negativo de un miembro permanente del Consejo de Seguridad", dijo Cardi, embajador de Italia ante la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Haley alegó que el veto ruso puede interpretarse como una aceptación de Moscú a las armas químicas, lo cual arroja dudas sobre la credibilidad de Rusia como mediadora y hace difícil tomar en serio sus propuestas para una solución política al conflicto en Siria.
Antes de que se procediera a la votación en el cuerpo de 15 miembros, Rusia retiró su propio proyecto de resolución sobre la extensión del mandato del Mecanismo Conjunto.
El borrador ruso proponía cambios al mandato del Mecanismo Conjunto para asegurar que realizara un trabajo imparcial e independiente.
La resolución para extender la investigación requería al menos nueve votos favorables y que no la vetara ninguno de los cinco miembros permanentes, EEUU, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
Las dos abstenciones corrieron por cuenta de China y de Egipto, mientras Bolivia se sumó a Rusia en el rechazo a la propuesta estadounidense.
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Más temprano, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, consideró inaceptable el borrador de EEUU para prolongar el mandato de la misión sobre el uso de armas químicas en Siria.
Para Moscú "ese enfoque resulta inaceptable", añadió.
Hace unos días la cancillería rusa había tachado de infundadas las conclusiones del informe del jefe del Mecanismo Conjunto, Edmund Mulet, sobre la supuesta responsabilidad de Damasco por el uso del gas sarín.
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Moscú alegó que el informe incurría en numerosas contradicciones.
La denuncia indicaba como responsables a las tropas gubernamentales de Siria, que rechazaron decididamente esta acusación y la cargaron a los grupos radicales y sus patrocinadores.
Las autoridades sirias declararon que jamás usaron armas químicas contra civiles ni terroristas y que todo el arsenal de agentes tóxicos fue retirado del país bajo control de la OPAQ.
El Mecanismo Conjunto de Investigación de la ONU y la OPAQ presentó a finales de octubre al secretario general de la ONU su informe sobre dos supuestos ataques químicos: el uso de sarín en Jan Sheijun el 4 de abril de 2017, y el de gas mostaza en Umm Hawsh del 15 al 16 de septiembre de 2016.
El informe responsabilizó a Damasco del primer caso, y al grupo terrorista Daesh (proscrito en Rusia), del segundo.