Un rol especial en esta situación se da a un signo de ortografía tan común como el punto a final de la frase. El estudio dirigido por la profesora de Psicología de la Universidad de Binghamton (Nueva York), Celia Klin, encontró que los mensajes de texto que terminan con un punto se consideran menos sinceros que los mensajes de texto que no terminan así.
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Por supuesto, en la escritura formal como la que encontrarías en una novela un punto solamente indica el final de una frase. Pero en caso de mensajes, el mismo signo también se puede usar retóricamente para agregar significado.
"Lo que estamos viendo con la comunicación electrónica es que, como sucede con cualquier necesidad de idioma no satisfecha, surgen nuevas construcciones lingüísticas que llenan la brecha entre lo que las personas quieren expresar y lo que pueden expresar con las herramientas que tienen disponibles", expone la científica.