En el período otoñal, con el comienzo de la migración de peces desde el mar de Azov al mar Negro, el número de delfines que vive en el estrecho de Kerch se multiplica exponencialmente.
"El mar de Azov se está enfriando. La anchoa europea forma grandes bancos y atraviesa el estrecho de Kerch para pasar el invierno en el mar Negro. El ciclo biológico de la anchoa está asociado a la distribución de los delfines. Cazan peces y siguen a los bancos en migración", explicó a la cadena Zvezda el oceanógrafo Timoféi Barabáshin, del Instituto de Investigación Científica de la Pesca de Azov.
"Los delfines son animales muy organizados, muy móviles. Si no les gusta un lugar, se van. Si se sintieran mal cerca del puente, no estarían aquí, a pesar de la abundancia de alimento y de otros factores atractivos. La gran cantidad de estos mamíferos marinos cerca del puente indica que este entorno es favorable para ellos", subrayó Barabáshin.
Además de los delfines, cerca de la infraestructura también han empezado a verse cisnes e incluso zorros.
Miles de gaviotas también sobrevuelan el estrecho de Kerch, atraídas por la actividad humana vinculada a la construcción de la infraestructura.