"Es correcto que haya decidido dimitir ahora que han salido más detalles a la luz", aceptó la primera ministra en referencia a una serie de reuniones políticas no autorizadas que Patel mantuvo durante sus "vacaciones familiares" en Israel.
Desde entonces se han desvelado otras reuniones extraoficiales – entre ellas con el responsable de seguridad pública en Israel, Gilad Erdan- que Patel acordó en Nueva York en septiembre.
Además, la entonces ministra planteó canalizar fondos públicos británicos al Ejército israelí para la gestión de emigrantes sirios desplazados a los Altos del Golán.
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"Priti Patel no estaba capacitada para gestionar el programa de asistencia… y se ha excedido ahora con su sugerencia de ayuda humanitaria al Ejército israelí", denunció Aisha Dodwell, de la organización Global Justice Now.
Es la segunda dimisión ministerial que May encaja en una semana, aunque puede no ser la última.
Antes dejó su cargo al frente de la Defensa del Reino Unido, Michael Fallon, debido la presión expansiva de los abusos sexuales desatados desde el escándalo de Harvey Weinstein.
Otros miembros del Ejecutivo están en el centro de un constante aluvión de alusiones de conducta inadecuada y errores de juicio.