Los biólogos reprodujeron en un laboratorio las condiciones atmosféricas del planeta rojo, y demostraron que existen microorganismos, los llamados "extremófilos", que son capaces de vivir o de adaptarse a ambientes muy salados, de temperaturas extremadamente bajas y expuestos a rayos gamma.
"Estudiamos la influencia conjunta de varios factores físicos sobre las colonias de microbios de antiguas capas congeladas del Ártico, (…) capas que no se derritieron durante unos dos millones de años", dijo a Sputnik uno de los autores del experimento, Vladímir Cheptsov.
Después del experimento quedó demostrado que el número de microbios en las colonias se mantuvo sin cambios y sus procesos biológicos prosiguieron con normalidad.
"Los datos alcanzados podrán ser utilizados para valorar la posibilidad de encontrar microorganismos con vida en otros planetas del sistema solar y dentro de cuerpos más pequeños en el espacio", destacó Cheptsov.
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La investigación contó con el apoyo del proyecto "Fundamentos científicos para la creación de un banco depositario nacional para los sistemas vivos" (Arca de Noé).