El director general de PowerJet, Marc Sorel, contó a Sputnik los logros y las dificultades de la compañía y compartió planes para conquistar nuevos mercados. En particular, el lado francés planteó la cuestión de promover el avión SSJ 100 en el mercado chino, afirmó el gerente.
PowerJet es una compañía conjunta creada por el fabricante francés de motores Safran Aircraft Engines y la empresa rusa Saturn.
Sorel subraya que los socios de las dos naciones tienen métodos de trabajo muy diferentes, y recuerda que los utilizados por Safran se formaron bajo la influencia de General Electric, socio de largo recorrido del fabricante galo. A su vez, el gerente francés elogió la capacidad de los ingenieros rusos de generar soluciones eficaces valiéndose del "sentido común", a pesar de disponer de menos recursos financieros.
"Tratamos de compartir nuestro conocimiento en el campo de la gestión de proyectos y la cadena de producción con Saturn", destacó.
"La cooperación de Safran Aircraft Engine con NPO Saturn va más allá de la producción de SaM146, aunque nadie nos obliga a hacerlo. La asociación funciona porque Saturn también produce piezas para el motor turboventilador CFM56 y el motor LEAP de nueva generación", agregó.
La red de producción del PowerJet incluye dos talleres certificados en Saint-Quentin-en-Yvelines, cerca de París, y en la ciudad rusa de Ríbinsk, así como dos centros logísticos en Villaroche (Francia) y Litkárino —región de Moscú—.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 29 марта 2017 г.
Según Sorel, la propuesta de PowerJet todavía no satisface la demanda en un 100%. Entre los desafíos vigentes de PowerJet están la logística y el mantenimiento, que son dos factores clave de calidad que los clientes evalúan a la hora de optar por un modelo de avión.
"Queremos que nuestros socios vean el Sukhoi Superjet 100 como una aeronave tan accesible como el A320 o el Boeing737", explicó.
Sorel señaló que todavía no puede decirse que el motor SaM146 está 'maduro', puesto que solo lo estará después de 10 años de uso constante. Es un producto "vivo", según Sorel, que está en proceso de mejoras constantes.
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