De acuerdo con el medio, los efectivos de la Fuerza Aérea de EEUU descubrieron "una corrosión que supera los límites técnicos" durante un mantenimiento de rutina que tuvo lugar en septiembre en la base aérea de Hill, ubicada en el estado de Utah. En total, más de 250 aviones pertenecientes a Washington y sus aliados tienen este problema.
No obstante, la corrosión no afectó a la producción de estas aeronaves. Tampoco fue calificada como un "problema de seguridad", pese a que el Pentágono admitió que el problema debía ser resuelto en un futuro próximo para "prevenir la formación de más corrosión".
El F-35 realizó su primer vuelo el 15 de diciembre de 2006. Actualmente, este avión de combate polivalente de quinta generación tiene un coste de 156 millones de dólares por unidad, pese a que los datos del presupuesto de la Fuerza Aérea de EEUU para el año 2010 proyectaban que sería de unos 100 millones de dólares de promedio.