El Orzel tiene el mayor desplazamiento entre los submarinos de la Armada polaca, y además se considera el más moderno ya que el resto de los sumergibles del país eslavo fueron construidos en los años 1960 y durante mucho tiempo estuvieron en servicio de la Armada noruega.
El incendio se produjo a bordo del submarino el 27 de septiembre durante las obras de reparación. Las fuentes indican que los daños son considerables, lo que puede influir en la decisión sobre su futuro en la Armada.
El buque ya se sometió a obras de reparación en el año 2014, pero al salir de la dársena sufrió un daño en el sistema de propulsión. Como resultado, la nave regresó al astillero.
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