Fuentes oficiales indicaron que la decisión se tomó ante el riesgo de que Estados Unidos y otros países occidentales adopten represalias contra Israel.
Las fuentes indicaron que se trata de un "aplazamiento", y no de la eliminación del proyecto de ley, puesto que Netanyahu "no se lo puede permitir en estos momentos".
"La versión actual del proyecto de ley invita a la presión internacional e implica asuntos legales complejos", dijo una figura política cercana a Netanyahu al diario Haaretz.
Subrayó que "el primer ministro Benjamín Netanyahu no se puede permitir avanzar esa versión del proyecto de ley en estos momentos".
En medios políticos israelíes se comenta que este controvertido proyecto de ley es el primer paso para anexionar algunos de los grandes asentamientos judíos que hay cerca de Jerusalén.
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