"Es un acto de censura, un mal que tratan de erradicar todas las sociedades que se consideran democráticas", dijo el legislador al margen de la reunión anual del Consejo de Negocios Rusia-EEUU que se celebra en Nueva York.
"Entre los medios de comunicación (la decisión de Twitter) es una señal de debilidad", subrayó.
Insistió en que Twitter ha mostrado su debilidad al no poder defender con argumentos su posición respecto a lo que esa red social considera como actos incorrectos por parte de los dos medios de comunicación.
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La directora de RT, Margarita Simonián, también cuestionó la medida de Twitter.
"Nunca pensé que Twitter estaba bajo control de los servicios secretos de Estados Unidos, me parecía que era una teoría de la conspiración, pero Twitter acaba de reconocerlo", señaló.
A finales de septiembre los directivos de Twitter fueron citados al comité de inteligencia del Senado estadounidense para explicar la supuesta "interferencia rusa" en la política del país.
Para que RT aceptara esa propuesta "exclusiva", Twitter le prometió distintas bonificaciones, pero la cadena rusa lo rechazó principalmente por el alto precio de la propuesta, dijo Kiril Karnóvich-Valua, director adjunto de RT.
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A su vez, Simonián, llamó al director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, a informar al Congreso de EEUU que fue precisamente esa red social la que propuso hacer publicidad a RT.
Las redes sociales están bajo fuerte presión en Estados Unidos.
El domingo pasado el presidente estadounidense, Donald Trump, acusó a Facebook de apoyar a Hillary Clinton durante las elecciones de noviembre de 2016.
Trump indicó que "la tramposa Hillary Clinton gastó en las elecciones presidenciales cientos de millones de dólares más que yo (…) Facebook estuvo de su lado y no del mío".
El mandatario también puso de relieve los miles de millones de dólares que la candidata del oficialismo destinó para que las cadenas televisivas CNN, ABC, NBS y CBS difundieran noticias falsas.
A partir de su investidura en enero el presidente norteamericano y varios integrantes de su administración están siendo investigados por el Congreso por sus presuntos nexos con Rusia.
El Kremlin rechaza de plano esos supuestos vínculos y califica de infundadas las especulaciones a este respecto.
El propio Trump tachó las investigaciones sobre la supuesta "injerencia rusa" como una excusa de los demócratas para justificar su derrota en las urnas.
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