Si el aparato llega a manos enemigas, el operario del dispositivo solo tiene que presionar un botón para destruirlo, informa Izvestia.
Asimismo, las nuevas máquinas son dos veces más ligeras que las de la generación anterior, tienen un potente procesador y una pantalla de alta resolución.
"Los modelos anteriores se suministraban ya con martillos para que frente a la amenaza de ser capturados por el enemigo se pudieran romper, porque la destrucción mecánica era necesaria. Pero ahora es suficiente con presionar un botón y todos los datos junto con el portátil serán destruidos de manera rápida y segura", dijo Serguéi Skliárov, uno de los desarrolladores del nuevo ordenador.
Un ordenador portátil militar se diferencia a primera vista de su equivalente civil. Está encerrado en una carcasa especial resistente a los impactos ya que debe sobrevivir con seguridad a una caída desde una altura de un metro, también debe funcionar establemente entre —50 y +50 grados.
Por eso, las computadoras portátiles de las primeras series se veían como maletas blindadas voluminosas con un peso de hasta 10 kilogramos. Sin embargo, este año el problema se ha resuelto: la última generación de los portátiles pesa alrededor de cuatro kilogramos y cuenta con un procesador Core i7, así como una pantalla FullHD.
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No obstante, hay suficientes diferencias entre la versión militar y civil del dispositivo. La militar no tiene un panel táctil, ya que fue reemplazado por una rueda de desplazamiento más confiable. En el nuevo modelo también hay un joystick y las teclas del ratón se duplican para la mano izquierda para un trabajo más rápido. Usa un software especial y un sistema operativo de la familia Linux.
Como los portátiles militares se usan principalmente para manejar sistemas de defensa, está equipado con varios conectores especiales que permiten controlar una amplia variedad de sistemas, desde drones hasta sistemas como Pantsir o Iskander.