El presidente ruso, Vladimir Putin, de quien muchos esperaban la declaración del inicio de su campaña como candidato a la presidencia en el marco del foro anual del Club Internacional de Debates Valdái, prefirió hablar de problemas europeos.
Semejante decisión no parece extraña dado que la versión de la injerencia rusa en la pugna por la independencia entre Barcelona y Madrid, cada vez tiene más popularidad en los medios europeos e internacionales. En realidad todas esas acusaciones contra Moscú no hacen más que desviar la atención de la audiencia de los problemas y las raíces reales de la situación actual en Cataluña.
Putin reiteró que Bruselas puso una bomba de relojería con sus propias manos al apoyar la independencia de Kósovo. En este sentido, cabe destacar que España nunca la reconoció, y Rusia siempre ha apreciado esta posición particular de Madrid. Pero se entiende que las acusaciones de Putin van contra la Unión Europea.