El 17 de octubre el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció el fin de la operación, sin embargo los militares filipinas permanecieron en la ciudad para eliminar las últimas bolsas de resistencia en la ciudad.
Subrayó que el Gobierno recuperó el pleno control de la ciudad.
En mayo Duterte decretó ley marcial en la isla de Mindanao tras enfrentamientos entre el Ejército filipino y los grupos que apoyan al llamado Estado Islámico, o Daesh (organización terrorista proscrita en numerosos países, entre ellos Rusia).
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Marawi, capital de la provincia filipina de Lanao del Sur fue atacada el 23 de mayo por los yihadistas que buscan establecer en esta zona de Filipinas una provincia de Daesh.
Desde mayo los combates entre las fuerzas gubernamentales y los yihadistas en Marawi se saldaron con más de 160 militares filipinos muertos y más de 1.700 heridos.
