"Estamos desarrollando un nuevo laboratorio volador de un convertiplano; se aplicará la tecnología de superconductividad de alta temperatura que mejorará las características de peso, tamaño y manejo [del prototipo], aseguró el director general de Helicópteros de Rusia, Andréi Boguinski.
El dron ya integra la tecnología de superconductividad, desarrollada por la empresa rusa SuperOx.
Se prevé que el peso de despegue del nuevo aparato será de hasta 1.500 kilogramos.
En comparación, la avioneta más popular del mundo, la Cessna 172, capaz de albergar tres pasajeros, tiene un peso de despegue de unos 1.200kg.
Siendo eléctrica, la prometedora aeronave eliminará dos problemas a la vez: no contaminará el medioambiente y generará un ruido mucho menor que sus análogos de combustión interna.
La escasa popularidad se debe a la complejidad de los convertiplanos, aunque con el tiempo pueden surgir tecnologías que permitan aumentar la viabilidad de este diseño, sobre todo las de control de vuelo, tal y como lo sucede con las alas en flecha invertida de los aviones.
Mira otro proyecto ruso de un dron-convertiplano, diseñado en la ciudad de Kazán