"La movilidad, precisión y potencia (del Iskander-M) nos permiten hacer frente incluso a la amenaza nuclear, un problema actual en el contexto de los últimos sucesos que se producen en la península de Corea y la reacción por parte de Estados Unidos", dijo Bóndarev que preside el comité de la Cámara Alta para la defensa.
A este respecto Bóndarev señaló que las pruebas del Iskander-M nuevamente pusieron de relieve la capacidad militar del país.
Agregó que "el sistema sin parangón en el mundo está destinado a contener una agresión enemiga de gran escala".
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"El desarrollo nacional de misiles tácticos constituye un factor importante de disuasión", apostilló.
El senador recordó que el Ejército nacional emplazó los Iskander en muchas zonas vulnerables del país que limitan con territorios en los que la OTAN desplegó su escudo antimisil.
Bóndarev indicó también que el Iskander-M no quebranta el Tratado INF sobre misiles de corto y medio alcance en vigor desde 1988.
"Los nuevo misiles Iskander-M no violan el Tratado INF (…) ya que su alcance no supera los 500 kilómetros", explicó.
El Iskander ensayado en Kapustin Yar, precisó, voló 480 kilómetros antes de impactar en el blanco.
Moscú y Washington en virtud del Tratado INF completaron en 1991 la eliminación por completo de sus misiles cuyo rango estuviera entre 500 y 5.500 kilómetros.