El combate duró solo una media hora. Es el tiempo que necesitó el robot estadounidense para cortar la ametralladora del enemigo utilizando una sierra. Anteriormente, había dejado caer una pieza metálica de grandes dimensiones sobre su rival.
La táctica del robot japonés fue más ingeniosa: lanzó un dron para distraer a su enemigo gigante, se aproximó a él y buscó el cuerpo a cuerpo.
Sin embargo, esto no ayudó a Kuratas: Megabot se atrincheró entre carros viejos y acabó llevándose la victoria.