La mayoría de los fallecidos, 22, eran residentes del condado de Sonoma que informó el 14 de octubre por la tarde de otras dos víctimas mortales.
Otros condados gravemente afectados son Mendocino, Yuba y Napa. El grueso de las víctimas son personas ancianas.
El Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California (Cal Fire) informó que más de 10.000 bomberos siguen combatiendo 16 focos que habían quemado unas 87.000 hectáreas y destruyeron alrededor de 5.700 viviendas y otras edificaciones.
Unas 100.000 personas fueron evacuadas.
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California, declarada zona de gran catástrofe nacional desde el martes, pidió auxilio a otros estados, en especial para la provisión de vehículos autobomba y bomberos, porque el personal desplegado no descansa y hay peligro de que se desaten nuevos focos ígneos.
