"La estrategia exportadora de Uruguay en alimentos, y en lácteos en particular, tiene que ser una estrategia que se desregionalice en algún sentido, sobre todo con Brasil", dijo a Sputnik el economista Marcel Vaillant, profesor titular de comercio internacional del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República.
Por tanto, "tenemos que ir con los mercados que son dinámicos a futuro, en donde las poblaciones son enormes y donde está creciendo el ingreso per cápita, que son los mercados asiáticos", recomendó.
Esta medida, que no se implementa por primera vez, se da en un "momento en que hay una debilidad política" del Gobierno brasileño, que "ha cedido a los lobbies" de los productores del estado de Rio Grande do Sul (sur), sostuvo la especialista en comercio internacional, María Inés Terra.
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Terra explicó que el motivo expuesto por los brasileños debe ser resuelto en base a la normativa estipulada en los acuerdos del Mercosur (conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, mientras Venezuela está suspendida).
"Si uno duda de los certificados de origen, está todo previsto lo que se tiene que hacer en la normativa del Mercosur sobre origen; lo que tienen que hacer son las consultas entre los organismos con los equipos técnicos", aseguró Terra, magister en economía internacional.
"Esa visión todavía no ha calado hondo ni en el sector público ni en el privado", observó.
Acerca del riesgo de que esas negociaciones interregionales perjudiquen las relaciones en el Mercosur, el académico aclaró que no tendría que ser una estrategia solo de Uruguay sino que otros países también pueden implementarla, pero fue enfático en que las negociaciones deben ser bilaterales.
Además, estos acuerdos por parte de Uruguay dejarían de "irritar" al mercado brasileño de los lácteos, comentó.
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Los camiones con producción lechera uruguaya permanecieron bloqueados en la frontera el 11 de octubre, pero más tarde pudieron circular.
En el año transcurrido entre septiembre de 2016 y el mismo mes de 2017, Brasil compró apenas 14% de la leche en polvo exportada por Uruguay, una caída considerable en comparación con el período anterior, 2015-2016, cuando adquirió 80% de esa producción exportable uruguaya, reseña un informe del diario El Observador realizado por la consultora Blasina y Asociados.
Disciplinar al productor
Los productos lácteos uruguayos representan apenas 0,6% del consumo brasileño, sin embargo los productores del sur de Brasil se ven perjudicados al momento de negociar debido a las ventajas comparativas reflejadas en los precios que ofrece Uruguay.
"Como pueden sustituir la leche con leche en polvo más barata desde Uruguay entonces (las industrias brasileñas) eso hacen y tiene esos efectos (porque) Uruguay tiene una enorme ventaja comparativa", explicó Vaillant, ganador en 2014 de la Cátedra Simón Bolívar en la Universidad Paris III (Sorbonne Nouvelle) donde dictó un curso sobre cadenas globales de valor.
Pero la disciplina, agregó el economista, también rige para los productores uruguayos que, ante un marco de incertidumbre sobre posibles cuotas o trabas a las exportaciones hacia el gigante sudamericano, deprimen su oferta.
"Todas estas cosas lo que quieren construir es un marco de incertidumbre y que el exportador se discipline solo, vale decir que venda menos, que haga una restricción voluntaria de las exportaciones", afirmó Vaillant.
Las medidas de Brasil de las últimas semanas muestran que intenta forzar a los productores uruguayos a adoptar un régimen voluntario de cuotas como el que ya rige para los productos lácteos argentinos.
Esto generaría un severo problema al sector lechero uruguayo que enfrenta turbulencias desde 2015, cuando perdió el mercado de Venezuela ante la evidencia de que ese país no podía afrontar los pagos de las compras que hacía.
