Al reunirse con jefes provinciales en la sede del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), Erdogan reprochó a Bruselas por bloquear el derecho de los turcos a moverse libremente por Europa, por faltar a sus compromisos de ayuda a los refugiados y por hacer constantes especulaciones negativas sobre Turquía.
"Nos hacen esperar, pero somos pacientes (…) Si son honestos, que lo digan y acabemos con el asunto. No les necesitamos", declaró Erdogan.
Desde 1999 Turquía es candidata al ingreso en la UE y entabló negociaciones formales para la incorporación en 2005.
Las conversaciones de adhesión entre Turquía y la UE se mantienen virtualmente congeladas debido a la campaña de purgas que Ankara lanzó contra sus oponentes tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
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La restauración de la pena de muerte en Turquía, según las reiteradas advertencias de Bruselas, cerraría definitivamente la puerta para el ingreso en la UE.
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El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mencionó en repetidas ocasiones la posibilidad de convocar un referéndum para que el pueblo decida si conviene o no continuar las negociaciones sobre el ingreso de Turquía en la Unión Europea y acusó a Bruselas de discriminar a su país por motivos religiosos.
