Según informaron el consulado de Estados Unidos en Jerusalén y la agencia oficial palestina Wafa, se invertirán 750.000 dólares para proteger este lugar histórico, afectado por el paso del tiempo, un turismo irresponsable y la falta de medios económicos de la Autoridad Palestina.
"Esta contribución del Gobierno estadounidense no sólo muestra el respeto y admiración de nuestro país por la cultura y los tesoros arqueológicos palestinos sino que subraya la importancia de apoyar la economía palestina como elemento esencial para la paz", dijo Donald Blume, cónsul general de Estados Unidos en Jerusalén.
El dinero estadounidense servirá para reparar las paredes y plataformas de los tres depósitos de agua. Cada uno de ellos mide unos 120 metros de largo y se disponen en alturas diferentes. Los arqueólogos sitúan su construcción en torno al siglo I antes de Jesucristo.
Su misión era abastecer de agua a Jerusalén, situada a unos 10 km, a través de una red de acueductos que funcionaban gracias a las inclinaciones naturales y a la gravedad.
La financiación estadounidense también permitirá construir un circuito que podrán realizar los visitantes con el fin de reducir los riesgos ya que según fuentes palestinas, al menos seis personas se ahogaron en estas piscinas desde 1993.