El 4 de octubre, la televisión NBC News reportó, citando a altos funcionarios de la Administración de Trump, que Tillerson estaba al borde de la dimisión en el verano pasado (hemisferio norte) por sus crecientes discrepancias con la Casa Blanca sobre una serie de temas políticos, tensiones que habrían sido aliviadas por el vicepresidente Mike Pence.
"Tenemos unas muy buenas relaciones [con Tillerson]; discrepamos sobre un par de cosas, a veces me gustaría que él sea un poco más duro, pero por lo demás tenemos unas muy buenas relaciones", dijo Trump, citado por el diario The Washington Post.
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Tillerson había desmentido el reporte de NBC News el 4 de octubre al asegurar en rueda de prensa que "nunca ha considerado abandonar este cargo".