Esta obra, publicada por la editorial Paidós, es parte de la colección 'Todo lo que necesitás saber', una serie de libros de divulgación sobre diferentes temas, y se enmarca en la conmemoración del centenario de la Revolución de 1917, explicó a Sputnik Martín Baña, catedrático de Historia Rusa de la Universidad de Buenos Aires.
"Ni una condena feroz ni una celebración sin autocrítica"
A pesar de que "todo el mundo sabe algo" de la Revolución, es un evento que está "mal conocido". Su estudio ha estado atravesado por "intereses ideológicos y políticos muy grandes", que han llevado a que "no se pueda hacer una evaluación o un juicio" sin separarlo del destino del comunismo.
"La idea es salir de esa Revolución Rusa contada a través de los mitos, los prejuicios y las distorsiones, salir de los relatos tradicionales. En ese sentido el libro apunta a llenar un vacío y presentar una historia de la Revolución que no sea ni una celebración sin autocrítica —como suele hacer la izquierda tradicional— pero que tampoco sea una condena feroz —como le gusta hacer a los liberales—", indicó Baña.
Escrito en coautoría con el periodista e historiador Pablo Stefanoni, el libro se divide en capítulos breves que se pueden leer en orden o individualmente. El texto abarca la Revolución en toda su complejidad sin renunciar a un lenguaje llano, acompañado de datos curiosos o poco conocidos, y pone un importante énfasis en los aspectos de la producción cultural de la época.
La Revolución en una coyuntura europea y mundial
A diferencia de otras historias, que no han vinculado lo suficiente el contexto regional y mundial con lo que sucedía en tierras eslavas, 'Todo lo que necesitás saber sobre la Revolución Rusa' opta por enfocarse sobre "un contexto más amplio de crisis europea".
"Lo que han hecho las historias es desconectar a la historia rusa de la europea, cuando lo que vemos en los documentos es que la conexión es permanente. Hay varios capítulos del libro que abordan esa cuestión", dijo Baña.
Otro punto de contacto entre los acontecimientos en Rusia y lo que sucedía fuera de fronteras fue la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que "tuvo un efecto bastante significativo no tanto en la destrucción del viejo régimen sino sobre todo en la construcción de un nuevo régimen soviético".
"Muchas de las instituciones y las prácticas que van a surgir en la Rusia soviética van a provenir precisamente en la Primera Guerra. No se puede entender ese nuevo régimen o la Revolución sin hacer referencia a Europa. Lo mismo sucede en otros campos no solo en la política, también en las artes", señaló el historiador.
El arte: una expresión de las insurgencias de la época
La Revolución "potencia estas tendencias" y el fruto es una enorme cantidad de experiencias en la a música, el teatro, la pintura, la poesía, la literatura o el diseño. Este ámbito "va a estar atado a una transformación de la vida cotidiana, como mostró muy bien una de las vanguardias, el constructivismo".
"Cuando ponemos la lupa sobre lo que sucedía en el mundo de las artes, ahí vemos también que hay un espíritu y unas prácticas rupturistas y de creación de un mundo nuevo que van a la par de lo que los bolcheviques prometían, o incluso van a estar más adelante", dijo el coautor del texto.
Mucho más que una revolución obrera
Dentro de la complejidad de la Revolución traducida a una lectura ágil, la lectura del libro da cuenta de una multiplicidad de voces y de actores en una revolución que tradicionalmente se ha pensado como "obrera". A pesar de que "efectivamente tuvo un rol muy importante", la clase obrera no es el único actor decisivo.
"También fue fundamental la participación de los soldados, por ejemplo, ya que sin su amotinamiento en las jornadas de febrero no hubiese sido posible la revolución. Fue muy importante también la del campesinado, que a la sazón era la clase más numerosa dentro del imperio ruso, con más del 80% de la población campesina", puntualizó Baña.
Ya en la Guerra Civil, el enfrentamiento también fue más amplio que el choque entre los ejércitos Rojo y Blanco. Allí participan fuerzas extranjeras pero también ejércitos Verdes, compuestos por campesinos que combatieron a los 'blancos' —"que representaban al pasado"— a la vez que luchaban contra los bolcheviques, que veían como una amenaza a su autonomía.
La Revolución en la Rusia de hoy
La publicación se concluye con un análisis de cómo se vive la Revolución en Rusia, aprovechando el centenario del evento histórico. Según Baña, "tal vez no ocupa un lugar tan importante como otros logros del Gobierno soviético, como la industrialización, la conquista del espacio o la propia victoria contra el Ejército nazi".
Un ejemplo de cómo la Revolución, "un momento de caos y distorsión", ha pasado hoy en día a un segundo plano es su fecha conmemorativa. Durante la época soviética el 7 de noviembre "era el feriado más importante", recordó Baña.
"Primero se lo vació de contenido y después incluso dejó de ser feriado. Se lo reemplazó por otro que apunta a la unidad nacional, [el 6 de noviembre]. En la actualidad, dentro de las efemérides rusas, la Revolución no ocupa un lugar importante como el Día de la Victoria, 9 de mayo, que celebra el triunfo del Ejército Rojo sobre los ejércitos nazis", dijo el coautor.
Ni en Rusia ni en el mundo en general hay "un contexto bastante amable para la idea de revolución". En ese sentido, "el libro apunta a hacer visible que todavía hoy sigue siendo importante rescatar esos elementos o esos episodios revolucionarios de hace 100 años".
Aprender de 1917 para mirar hacia el futuro
Uno de los objetivos de 'Todo lo que necesitás saber sobre la Revolución Rusa' es hacer en 2017 una reflexión desde el presente de la vigencia que tienen los ideales de 1917 en la actualidad.
"Con Pablo creíamos que todavía hoy sigue siendo significativo recurrir a la Revolución, estudiarla, comprender qué pasó precisamente para ver qué elementos, prácticas y aspiraciones de esos ancestros nuestros de 1917 todavía hoy se pueden rescatar para construir una política emancipadora", precisó Baña.
Una reflexión así tiene por objetivo identificar los elementos de ese pasado que "todavía hoy nos pueden enseñar o mostrar un camino respecto de cómo sería una sociedad diferente a la capitalista" a partir del camino iniciado hace 100 años.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 1 de marzo de 2017
"La sociedad que vino después, de rasgos autoritarios, nació precisamente en algunas de las prácticas que ya estaban presentes en los protagonistas de 1917. Entonces revisar la experiencia revolucionaria nos va a evitar que cometamos los mismos errores al pensar una política emancipadora para el siglo XXI", comentó el catedrático.
"El pasado no debe convertirse en un lastre"
Las discusiones actuales en ámbitos académicos "no ven en el imaginario colectivo la idea de revolución o de proyecto alternativo". Cuando existía aún la URSS y "otras experiencias revolucionarias, esa opción era más creíble".
"Hoy es un poco más difícil. No solamente por el contexto particular que le toca vivir a Argentina y a América Latina en términos políticos, sino a nivel mundial con el regreso de las derechas y las políticas neoliberales", apuntó Baña.
Por eso, los debates se centran más en "cómo plantear una política anticapitalista y emancipadora, concreta y efectiva, que no repita los modelos del pasado, que no se tiene que convertir en un lastre ni en una veneración acrítica", concluyó Baña.
