El libro "Guantánamo entre nosotros – Uruguay, EEUU y la aventura de un prisionero de la guerra al terrorismo", editado por el sello Debate de Penguin Random House, toma como hilo conductor la peripecia de uno de esos seis hombres, el sirio Jihad Ahmad Deyab, para contar la historia de la prisión de Guantánamo, que la autora visitó en enero de este año.
Pero la investigación no se agota allí, pues varios capítulos indagan en las negociaciones que establecieron entre 2013 y 2014 los gobiernos de Barack Obama (2009-2017) y de José Mujica (2010-2015) para llevar adelante el operativo y, en particular, las múltiples restricciones que Washington ha establecido para monitorear las comunicaciones y los movimientos de cientos de hombres que estuvieron en la prisión cubana.
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"Uruguay no podía aceptar restringirles la libertad de movimiento; nuestras instituciones no lo permiten", dijo a la autora una fuente que hizo parte de las negociaciones.
En cuanto a la vigilancia, la fuente añadió que "nosotros como gobierno no la autorizamos, pero es muy difícil que EEUU hubiera dejado a estos hombres sueltos así nomás", mientras otro informante gubernamental admitió que "si EEUU quiere impedir que salgan del territorio, lo puede acordar con los países limítrofes".
De acuerdo con los datos recabados, la administración de Mujica se limitó a pedir a la central sindical PIT-CNT que acogiera por unos meses a los recién llegados y les suministrara acompañamiento, sin establecer ningún otro programa para su progresiva reintegración social, su adaptación a una cultura y una lengua desconocidas y el tratamiento de los previsibles daños emocionales.
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El relato incluye asimismo el viaje que hizo Deyab a mediados de 2016 a Brasil, donde estuvo con paradero desconocido por semanas, su aparición en Venezuela, las circunstancias asombrosas en las que se inmerso en ese país, su detención a manos del Servicio Bolivariano de Información Nacional y su posterior deportación a Uruguay.
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A partir de una serie de entrevistas con el sirio, se dispara una reflexión sobre el terrorismo, la responsabilidad de los Estados en él, generalmente soslayada por los políticos y los medios, y la deriva autoritaria e ilegal que ha tomado en casi todo el mundo la llamada "guerra al terrorismo".
En el epílogo del libro, una fuente comenta que Guantánamo "es un rótulo, un estigma" que ninguno de los seis hombres ha podido quitarse de encima en buena medida porque la sociedad uruguaya no ha ayudado a hacerlo.
"Es la síntesis penosa de Guantánamo, una mancha indeleble para sus creadores y para sus víctimas", dice la autora, aunque agrega que "lo peor de todo es que no ha terminado. No solo Guantánamo sigue existiendo como una prisión ilegal. Todo el sustento ideológico que le dio vida se mantiene en pie y activo".
El trabajo se presenta este miércoles 4 de octubre a las 20:00 hora local (23:00 GMT) en el marco de la 40 Feria Internacional del Libro que se celebra en Montevideo y contará con la participación del laureado escritor uruguayo Fernando Butazzoni y del corresponsal de CNN, Darío Klein.
