Según una de las empleadas del lugar, dos personas pidieron 40 hamburguesas acompañadas de papas fritas y gaseosas, pero deseaban llevarse la comida de manera gratuita.
Pese a las amenazas de los dos 'clientes', el gerente del restaurante, obviamente, no lo permitió. Algunos minutos más tarde, los criminales volvieron y abrieron fuego contra el establecimiento, donde se encontraban incluso niños. Afortunadamente, nadie resultó herido.
Hasta el momento, las autoridades brasileñas han logrado identificar apenas a uno de los criminales, informó G1.
El incidente tuvo lugar en agosto, pero las imágenes solo se hicieron públicas el 28 de septiembre, tras el cierre de la investigación policial.