Según su estudio, publicado en el portal EurekAlert, es probable que se haya puesto el punto final en las discusiones perennes de los expertos, cuyas posturas al respecto se diferenciaban.
La segunda hipótesis indicaba que la obesidad provoca la destrucción de un grupo de neuronas en el hipotálamo. Una parte de ellas sirve de sensores nutritivos que comunican al organismo que se puede dejar de comer ya que la energía acumulada resulta suficiente.
"Empezamos a preguntarnos ¿qué es lo que viene primero? (…) Nuestros últimos datos demuestran que los daños del hipotálamo empiezan mucho antes de los cambios en el intestino", cuenta el jefe del grupo, Licio Augusto Velloso.
Los científicos lograron dar respuesta a su pregunta después de los experimentos con ratones. Los animales estaban en dieta durante cuatro meses y consumían productos ricos en grasas saturadas. En diversas etapas del experimento, los investigadores adormecían a una parte de los ratones para analizar su cerebro y su intestino.
Le puede interesar: Dieta 'keto': cómo adelgazar comiendo grasas
Los cambios en el hipotálamo se registraron ya el primer día de la dieta, mientras que para los cambios del microbioma del intestino se necesitaron unas dos o tres semanas. Según Velloso, es un período relativamente grande, tomando en cuenta que se trata de ratones.
El mecanismo de la destrucción de las neuronas es el siguiente: las moléculas de las grasas saturadas se absorben por el intestino, pasan al flujo sanguíneo y llegan al cerebro junto con otros nutrientes. En el sistema nervioso central hay células de defensa de la microglía que son macrófagos: digieren las bacterias y otras partículas ajenas.
Ello quiere decir que mientras más tiempo consume una persona comida grasa e insana, más aumenta la probabilidad de que las células del hipotálamo mueran y la barrera defensiva se destruya.
En caso de que la afición por la comida insana sea episódica, el proceso puede ser reversible. De acuerdo con Velloso, tras haber consumido mucha comida grasa es mejor empezar a comer productos que contengan gran cantidad de fibra alimentaria y verduras. Entonces la inflamación en el hipotálamo se reducirá y las neuronas se recuperarán.
Lea más: Alerta sanitaria: los quemagrasas pueden ser más peligrosos de lo que crees