"No tenemos posibilidades de definir si se trató de una bomba de hidrógeno o no, pero evidentemente fue de una potencia mucho mayor que las anteriores", señaló.
Según Amano, "esto significa que Corea del Norte progresó muy rápido".
"En conjunción con otros elementos esto implica una nueva amenaza, y esta amenaza es de carácter global".
Corea del Norte realizó este año su sexta prueba nuclear; presuntamente de una bomba de hidrógeno para ser colocada en misiles intercontinentales, y una quincena de pruebas de proyectiles balísticos, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos ICBM capaces de alcanzar el territorio de EEUU y dos misiles de alcance intermedio que sobrevolaron la isla japonesa de Hokkaido.
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También amenazó con disparar sus misiles hacia la isla estadounidense de Guam donde están emplazados los bombarderos estratégicos B-1B Lancer.