Caracas "rechaza categóricamente la irracional decisión del Gobierno de los Estados Unidos de América de catalogar una vez más al noble pueblo venezolano como una amenaza a su seguridad nacional, en esta ocasión bajo falsos supuestos de que plantean una amenaza terrorista y al orden público estadounidense", señaló la cancillería venezolana en un comunicado.
"Se sanciona a nuestro pueblo, además, por su vocación pacifista, así como por su tolerancia y respeto a las distintas religiones y creencias que son profesadas libre y armoniosamente en nuestro país", añade el texto.
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El comunicado indica que la medida de Trump "pretende sembrar una opinión errada en la población estadounidense y ejercer presión sobre las instituciones del Estado venezolano y los pretendidos funcionarios públicos sancionados con la medida recién adoptada para coaccionar o forzar un cambio en el Gobierno" de Maduro.
"La República Bolivariana de Venezuela, en ejercicio de sus derechos soberanos, repudia las conductas imperiales del Gobierno de los Estados Unidos de América e informa que, con arreglo al principio de reciprocidad, considerará todas las medidas necesarias para defender el interés y la soberanía nacional", advirtió Caracas.
La medida se mantiene para los ciudadanos de Irán, Libia, Siria, Somalia y Yemen, que desde esa fecha se enfrentarán a restricciones más severas para viajar a EEUU.
Mientras tanto, Sudán ha sido retirado de esa "lista negra".
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En el caso de Venezuela, la medida afecta a funcionarios de algunos organismos estatales y sus familiares, y suspende la emisión de visados de negocios y turismo, así como impone restricciones para otros tipos de visados.