"Como nación soberana y solidaria creemos en la integración norteamericana, aspiramos y apostamos por una región donde prevalezcan los puentes para alcanzar soluciones y el principio de corresponsabilidad para enfrentar los problemas comunes", dijo Videgaray en clara alusión a la intención del presidente de EEUU de construir un muro en la frontera con México.
El funcionario manifestó una “profunda solidaridad” de su Gobierno hacia todos los mexicanos que viven en EEUU, “sin importar su condición migratoria”, y recordó que el Estado mexicano tiene “la obligación legal de defenderlos y protegerlos” por lo que “seguiremos apoyándolos”.
“Estamos profundamente orgullosos de ellos y de su contribución a la economía y a la cultura de EEUU, especialmente de los ‘dreamers’”, dijo Videgaray.
Los “dreamers” (soñadores) son los inmigrantes que llegaron a EEUU de manera irregular siendo niños y que estaban amparados por un programa que impedía su deportación y les permitía trabajar y estudiar, recientemente desmantelado por Trump.
Más de 90% de los casi 800.000 “dreamers” son mexicanos, mientras se estima que la gran mayoría de los 11 millones de extranjeros indocumentados que viven en EEUU son también nacidos en México.
El canciller se refirió asimismo a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que su país se encuentra discutiendo con EEUU y Canadá.
“Con Canadá y EEUU avanzamos en la modernización del TLCAN; lo hacemos con absoluta seriedad (…) y defenderemos en todo momento nuestro legítimo interés nacional; creemos que el resultado (de la renegociación) será muy positivo para los tres países”, dijo.
El canciller se explayó en el agradecimiento a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y a numerosos países por ayudar a México en momentos en que enfrenta las consecuencias de dos devastadores terremotos.
“No podemos dejar de hablar de los retos que el mundo enfrenta; uno de ellos es la creciente desconfianza en el multilateralismo”, dijo Videgaray antes de referirse a diferentes crisis mundiales y abogar por las soluciones negociadas y el respeto de los principios consagrados en la Carta de la ONU.