"Las maniobras militares conjuntas ruso-bielorrusas Zapad 2017 concluyeron este miércoles", dijo el mandatario bielorruso.
De ello, dijo, pudieron cerciorarse los representantes del cuerpo diplomático y de las organizaciones internacionales presentes en la etapa final de las maniobras que arrancaron el 14 de septiembre.
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"Las tropas movilizadas, tanto bielorrusas como rusas, retornarán a sus cuarteles", puntualizó.
El presidente bielorruso deploró también la campaña mediática que varios medios occidentales desplegaron para desacreditar los ejercicios.
Lukashenko subrayó que su país no es un Estado agresor.
"Bielorrusia nunca empezó una guerra (…) No vamos a luchar contra nadie a menos que nos toquen", recalcó.
Al mismo tiempo, advirtió que su país recurrirá de inmediato a Rusia si requiere ayuda.
"También ejercitamos estas medidas en las maniobras", apostilló Lukashenko.
No obstante, la portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, Michelle Baldanza, declaró que el Pentágono reconoce que Rusia y Bielorrusia tomaron medidas para garantizar la transparencia de su ejercicio.
En particular, señaló que Bielorrusia había enviado una notificación de esa actividad conforme al Acuerdo de Viena de 2011 e informado al respecto en varios foros internacionales.
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También Moscú proporcionó información sobre el evento al Consejo Rusia-OTAN.