"Los parlamentarios lo saben: Brasil necesita pasar página, no podemos continuar discutiendo sobre la reforma de las pensiones, porque si no se hace ahora tendrá que hacerse en un futuro próximo", aseguró Meirelles, en declaraciones recogidas por la Agência Brasil.
La reforma del sistema de las pensiones pretende establecer por primera vez una edad mínima de jubilación (65 años para los hombres y 62 para las mujeres), además de otras medidas que están siendo ampliamente contestadas por la opinión pública.
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Para que la reforma sea aprobada el Gobierno necesita una amplia mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado, puesto que el texto obligaría a modificar la Constitución.
La denuncia está ahora en manos del Tribunal Supremo Federal, que en los próximos días decidirá si la remite a la Cámara de Diputados (son los diputados quienes deben autorizar que Temer sea investigado y eventualmente juzgado).
Todos estos trámites dejarían la reforma del sistema de pensiones y otras medidas, como la propuesta de reforma política, en un segundo plano dentro de los trabajos del Congreso.