El atentado se saldó con casi 30 personas hospitalizadas.
Una explosión se produjo en la estación de metro Parsons Green, ubicada en el oeste de Londres, en un barrio principalmente habitado por estudiantes, extranjeros y familias británicas de modestos recursos económicos.
Se trata del quinto ataque terrorista que se produjo en el Reino Unido en lo que va de año, con un balance total de 36 muertos y más de 160 heridos.
El 7 de julio de 2005, las bombas colocadas en varias estaciones de metro y en un autobús causaron más de 50 muertos y más de 700 heridos.