"No consideramos ninguno de los países occidentales, incluyendo los miembros de la Alianza Atlántica, como adversarios y estamos haciendo todo lo posible para hacer que no tengamos enemigos en el futuro", dijo al responder una pregunta correspondiente.
En particular, señaló que Bielorrusia había enviado notificación de esa actividad conforme al Acuerdo de Viena de 2011 e informado al respecto en varios foros internacionales.
El ejercicio conjunto Zapad se desarrolla del 14 al 20 de septiembre en el territorio de Bielorrusia y Rusia con la participación de unos 12.700 militares –7.200 bielorrusos y 5.500 rusos– más unos 70 medios aéreos, 250 carros de combate, unos 200 sistemas de artillería, lanzacohetes múltiples y morteros, así como 10 buques.
Según el escenario, grupos extremistas que reciben apoyo militar por vía marítima y aérea desde el exterior se infiltran en Bielorrusia y en la región rusa de Kaliningrado –enclave situado a orillas del mar Báltico entre Polonia y Lituania– para perpetrar atentados y desestabilizar la situación.
Las tropas deberán aislar las áreas de su infiltración y repeler la agresión.