El 12 de septiembre el Servicio Federal de Cooperación Técnica y Militar de Rusia comunicó que Moscú y Ankara firmaron un contrato para el suministro de sistemas antiaéreos rusos S-400 a Turquía.
"Turquía necesitaba desde hace tiempo este armamento porque tiene 1.300 kilómetros de frontera con Siria e Irak donde no cesan las operaciones militares", dijo el experto.
"En 2013 la OTAN desplegó en el sur de Turquía sistemas ЗРС Patriot, pero después retiró parte de ese armamento y Ankara entendió que debía buscar alternativas y puso la mirada en el S-400 ruso", explicó Atas.
En su opinión, Turquía y Rusia son vecinos y no debe sorprender que cooperen en materia de defensa.
"Además, Turquía no es el primer país que compra sistemas antiaéreos rusos porque ya lo había hecho Grecia", comentó.
"El hecho es que la OTAN no se mostró tan consolidada con Turquía como en los casos de otros países que enfrentan amenazas a su seguridad (…) Pero la cooperación con Rusia no está dirigida contra el bloque militar", aseguró Atas.
Por otro lado, apuntó, Turquía se ha convertido en un país fuerte e independiente lo que "no figura en los planes de Occidente".
"Los países de Occidente se acostumbraron a hablar con nosotros en tono de mando y hasta me parece que quieren 'castigar' a Turquía por su independencia excesiva", dijo el experto.
A su juicio, la OTAN y Turquía no se distanciarán como resultado de la compra del armamento ruso por Ankara.
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"Quizás persistan tensiones por algún tiempo, pero cesarán muy pronto porque la OTAN y Turquía se necesitan, y la OTAN que vaya pensando por qué uno de sus miembros se había visto obligado a dirigirse a Rusia", indicó el analista militar turco.