"Presentó la carta, es una carta escueta, prudente, en la que anuncia que renuncia por motivos personales y agradece a todos los que trabajaron con él en la Asamblea General [compuesta por las cámaras de Senadores y de Diputados]", indicó el legislador del opositor Partido Colorado.
En Uruguay, el vicepresidente preside el Senado y la Asamblea General, y es ante esta que debe entregar su renuncia, según establece la Constitución.
El 9 de septiembre, Sendic concurrió al Plenario del gobernante Frente Amplio (FA), que se aprestaba a discutir una sanción contra él, y anunció que renunciaba al cargo.
La crisis se precipitó luego de que el Tribunal de Conducta Política del FA juzgara que Sendic mostró "un proceder inaceptable en el uso de dineros públicos" mientras estuvo al frente de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap) primero como vicepresidente y luego como presidente entre 2005 y 2013.
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El dictamen del tribunal se refería a los gastos realizados con tarjetas corporativas de Ancap que no pudieron ser justificados como vinculados a la gestión.
Pero el asunto más candente que pesa sobre el renunciante se refiere a su conducción de Ancap, pues concluido su período al frente de la empresa estatal, el Gobierno reveló unas pérdidas de 800 millones de dólares que, tras denuncias de la oposición, están a estudio de un tribunal especializado en crimen organizado.
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La justicia ha anunciado que en octubre llamará a Sendic a declarar como indagado en esta causa.
