A partir de 2018 se aplicará en Rusia una nueva norma, según la cual los ingresos de petróleo y gas generados por precios superiores a un nivel fijado no se gastarán inmediatamente sino se destinarán a las reservas.
"Si Rusia puede aplicar esa regla de una manera estable a largo plazo, ante una próxima crisis sin duda estará en el mismo rango que Noruega", dijo Di Bella en el Foro Financiero de Moscú.
Di Bella constató que la economía rusa se adaptó al último golpe relacionado con el desplome de los precios petroleros y lo hizo "muy rápido".
Rusia cuenta con un fondo de reserva creado en 2008, pero según anunció en mayo pasado el ministro de Finanzas Antón Siluánov, este año se agotará por completo.
Sin embargo, puntualizó el titular en la misma ocasión, en 2018 el fondo de reserva volverá a incrementarse.