Parece que Putin no sólo tiene grandes habilidades para el ajedrez, sino también en un juego tan norteamericano como el béisbol. En ese deporte, un jonrón — del inglés home run —, se da cuando el bateador hace contacto con la pelota de una manera que le permita recorrer las bases y anotar una carrera — junto con todos los corredores en base — en la misma jugada, sin que se registre ningún out ni error de la defensa. Y es lo que Putin está a punto de anotar en pleno campo de la Casa Blanca.
"Confío en que logremos, como lo dijo el presidente en ejercicio de EEUU, encontrar una solución conciliatoria a los problemas bilaterales e internacionales en interés de los pueblos estadounidense y ruso, así como en interés de otros muchos países, teniendo en cuenta nuestra especial responsabilidad por la seguridad internacional", apostilló Vladímir Putin.
Al respecto, el analista militar Gustavo Morales Delgado opina que "las palabras de Putin lo que vienen a demostrar fundamentalmente es que tiene una gran claridad de ideas y un enorme sentido común. Me llama la atención dentro de las declaraciones que dice 'la especial responsabilidad que tienen nuestros países', se refiere a EEUU y a Rusia, con respecto a la paz internacional. Es decir, vuelve a recuperar el papel de convivencia entre las dos superpotencias: el oso ruso y el águila calva norteamericana".
Tras ser consultado acerca de la posibilidad de una moción de censura a Donald Trump, el jefe de Estado ruso indicó que es poco ético debatir el desarrollo de la situación política interna de EEUU, por tratarse de un asunto interno del país norteamericano.
En lo referente a las expectativas que se tenían del inquilino de la Casa Blanca, antes de que asumiera el timón, a Putin le preguntaron si había resultado desilusionado con Trump.
"En cuanto a sentirme desilusionado, es una pregunta muy ingenua, Trump no es mi novia, yo tampoco soy novia ni novio de él, somos estadistas y el país de cada uno de nosotros tiene sus intereses (…), Trump se guía por los intereses nacionales de su país y yo por los del mío", señaló.
Pero la paciencia mostrada por el presidente de Rusia puede tener fecha de caducidad. Y aunque aún no ha tomado una decisión, sus palabras hicieron temblar los cimientos del Departamento de Estado de EEUU.
"En Rusia trabajaban unos 1.300 diplomáticos (estadounidenses) y nosotros teníamos 455 en EEUU. (…) Pero contamos entre estos 455 a 155 personas que trabajan en la ONU. En términos estrictos, son diplomáticos acreditados ante un organismo internacional, no ante el Departamento de Estado", explicó Putin.
A juicio del mandatario ruso, "la paridad completa sería 455 diplomáticos estadounidenses menos 155".
"Nos reservamos el derecho de tomar una decisión sobre esta cifra, por ahora no lo haremos, veremos cómo evoluciona la situación", declaró Putin, en otra clase de diplomacia a Washington.
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"Es una clásica pelea matemática en la que unos diplomáticos y otros son expulsados de una forma proporcional. Ahora habría que tener en cuenta que los rusos tenían menos de la mitad de diplomáticos (respecto a los de EEUU en Rusia), y que parte no son representantes ante EEUU, sino ante organizaciones internacionales, mientras que los 1300 de diplomáticos norteamericanos que había destacados en Rusia estaban todos acreditados. Con lo cual hay una cierta desproporción en la represalia por parte de EEUU", concluye Gustavo Morales Delgado.